RADICALES LIBRES

Cuando se habla de radicales libres, automáticamente se habla de antióxidantes, del envejecimiento e incluso de enfermedades crónicas. pero, ¿estamos exentos de ellos?

Para poder entender lo que son lo radicales tenemos que recordar que nuestro cuerpo está compuesto por células. Estas células están compuestas por moléculas que a su vez están compuestos por átomos.
Estos átomos están unidos entre si por enlaces químicos. También cabe recordar que cada átomo tiene protones que están cargados positivamente y neutrones que están cargados negativamente y que giran alrededor del átomo. En la muchos casos estos electrones se comparten con otros átomos para conseguir una mayor estabilidad.




Los radicales libres se forman cuando uno de esos enlaces es tan débil que uno de sus electrones no tiene pareja y el átomo se vuelve
inestable. Esto provoca que intente atraer otro electrón de otro átomo volviéndolo inestable y por lo tanto convirtiéndose en otro radical libre. Este proceso va en cascada por lo que cada vez más átomos se convierten en radicales libres haciendo que toda la célula se dañe y a su vez dañe otras células contribuyendo al mal funcionamiento de algún órgano primero y
después de todo un sistema.

                               

Los radicales libres son uno de los principales causantes de el envejecimiento, pero también causan un montón de enfermedades coronarias, aumenta los niveles de colesterol "malo", o pueden causar cánceres como los de faringe, esófago, o mayormente cosas relacionadas con la boca.  También participan mucho en enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer, la diabetes o la arteriosclerosis.

Hay maneras de evitar esos "robos" de electrones que provocan los radicales libres a través de nuestra alimentación mayormente. Los antioxidantes son los que frenan este proceso. El comer alimentos con betacarotenos (alimentos pigmentados naturalmente de rojo, naranja o amarillo que contienen vitamina A ), o el consumir alimentos con vitaminas C o E. Los átomos de estos tienen un electrón libre por lo que se enlazan con los átomos a los cuales les falta un átomo evitando que lo cojan de otro átomo "sano" y así evitar la producción de radicales libres.

Así que sí, hay maneras de evitar la producción excesiva o anticipada de muchos radicales libres. todo depende de cómo nos alimentemos, lo que respiremos  o cómo nos cuidemos también influye mucho, en cierto modo ¡es nuestra decisión!

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